Unai Aranzadi, periodismo en las trincheras
El público, todos estudiantes de periodismo de la Universidad del País Vasco, escuchó atentamente las anécdotas y consejos para el futuro que impartió un simpático Unai Aranzadi. Un hombre que, en estos últimos 15 años, ha recorrido medio mundo, siempre en la búsqueda de grabar y transmitir al exterior lo que ve y lo que se vive en los lugares más precarios del mundo: países en guerra, pobreza y olvido.
IZQUIERDO, Jabier
Eran
pasadas las 5 de la tarde cuando el auditorio de la Facultad de Ciencias
Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU se empezó a llenar. Comenzó la
conferencia y Aranzadi quiso despertar a los asistentes que todavía estuvieran
despistados con un titular: "Yo no acabé la carrera de periodismo, si la
termináis mejor, pero no es necesario tener esta carrera para ser un buen
periodista". Ya, para empezar, revuelo y murmullos en el auditorio. A
partir de ahí, con el público atento, comenzó a contarnos cómo fueron sus
inicios. Pudimos saber que su primer viaje a un país en conflicto lo hizo muy
joven, ¡con tan solo veinte años! El destino: Palestina. Allí comenzó a vivir
experiencias y a darse cuenta de que la vida del reportero de guerra le tiraba
mucho. Al volver a casa trabajó para el Grupo Prisa en diferentes festivales y
programas de la sección de cine de la SER y Canal +. Cubrió eventos
cinematográficos tan importantes como lo son el Festival de Cannes, el de
Berlín y, aunque nos quede más cerca, el prestigioso Zinemaldi de Donostia-San
Sebastián, entre otros...
Pero
a Unai, lo que más le gusta hacer es viajar y contarnos lo que sucede en las
guerras y conflictos armados que se suceden por el mundo. Lo que ocurre es que
a Aranzadi le gusta contar la realidad de las guerras como él las ve, algo
difícil de hacer en un canal de televisión que tiene poco tiempo y mil
intereses de por medio. Con lo cual, viendo las limitaciones que tenía, decidió
dejar Prisa y comenzar de cero como freelance.
Criticó duramente a los medios, cree que omiten, por interés, mucha información
y se despreocupan de lo más importante, porque según Aranzadi "no se puede
hablar de una guerra sin incidir en sus causas".
Nos
hablo también de lo duro de la profesión. El trabajo de reportero de guerra es
"un oficio de supervivientes". Cuando empezó como freelance en la Guerra de Irak, para cubrir
sus informaciones tuvo que camelar a la gente de Reuters para que le llevaran allá
donde estuviera la noticia en el 4x4, porque, al ir en solitario, sin ayudas,
no tenía dinero para cubrir toda la guerra. Llevó tan solo 1.000 €. Sobre ese tema, nos siguió contando más experiencias
y nos dijo que él es feliz haciendo lo que hace, aunque económicamente no sea
tan rentable. "El gran periodismo es aquél que cuenta la realidad pero, siempre,
en la búsqueda de una solución, un pensamiento, contextualizando...",
afirmó.
Acabó
su conferencia hablándonos de su productora "Independent docs", con
la cual hace documentales sobre derechos humanos, algunos de ellos
galardonados. Y, nos enseñó, un trozo de uno de sus último trabajos en el que
trata el golpe de estado militar que se dio hace pocos años en Honduras. Nos
animó a seguir estudiando y trabajando por esta profesión que él ama y que
espera que nosotros, los próximos periodistas, la queramos igual porque
"digan lo que digan, vosotros sois el futuro".