martes, 11 de diciembre de 2012

Viaje a la historia del cine vasco

El jueves 29 de noviembre, los alumnos de cuarto de periodismo pusimos rumbo a San Sebastián con la intención de visitar la Filmoteca Vasca. Ninguno sabía con exactitud lo que albergaba este espacio, por deducción lógica debía ser un edificio donde se almacenaban películas viejas y poco más. El caso es que la clase se citó sobre las tres de la tarde en el exterior de la facultad y a más de uno se le escapó una sonrisa cuando vio aparecer un autobús de una ruta enológica. Falsa alarma, no íbamos de potes a lo viejo de Donostia. Al llegar a la capital guipuzcoana, el autobús nos dejó frente a unas oficinas instaladas en el bajo de una lonja con apenas lujos. Por algo en Euskadi no tenemos el déficit de la Comunidad Valenciana. De hecho, no hacía falta que el edificio fuera llamativo, la magia estaba en el interior.

Un estudiante abrumado por la calidad de las cintas
La visita se dividió en dos partes: la primera, en la que se proyectaron una serie de documentos audiovisuales, en forma de tres películas y un corto; en segundo lugar, Peio Aldazabal, el que fuera director de la Filmoteca durante 30 años, contó sus vivencias al frente del organismo. Las películas exhibidas fueron: Inauguración de San Mamés (del año 1913), San Sebastián novia de España (dirigida por Salvador Ferrer, 1955) y Ocharcoaga (1968). En cuanto al corto, éste se trataba de Bucle, de Aritz Moreno, seleccionado por el festival de cortos Kimua como mejor corto del año en Euskadi. Todas las obras tuvieron una buena acogida y fueron disfrutadas por el conjunto de la clase con gran atención. Quizá las dos más significativas fueron Ocharcoaga y San Sebastián novia de España, debido al gran contraste que supone la diferencia entre la Euskadi de mediados del siglo XX con la actual, en cualquier caso pasamos un gran rato y el nivel de la restauración de las películas era magnífico.

Peio Aldanzabal exhibiendo un negativo a los alumnos
A continuación pasamos al almacén, donde Peio Aldazabal nos comentó cuáles eran sus orígenes y cometido actual. Por lo visto, el origen de la Filmoteca Vasca se remonta al 1 de mayo de 1968, cuando nació de la iniciativa privada, y hace ahora cinco años, pasó a formar parte de la Sociedad Internacional de Archivos de Film. Su objetivo es conservar y recuperar todos los archivos que sea posible conseguir para su posterior digitalización y almacenamiento. En este momento, posee unos siete millones y medio de películas de 35 milímetros entre copias de formato estándar y negativos de cine. Algunas de dichas películas se encuentran en un archivo especial en Eibar bajo unas condiciones específicas de temperatura (14º) y humedad (50%) para una adecuada conservación. El resto, las más delicadas, se conservan en el Palacio Urdanibia (Irún), del siglo XVI, a 6ºC y un 40% de humedad. En este último emplazamiento se encuentran casi todas las copias en color, que son las más sensibles.

Un dato curioso, ofrecido por Aldazabal, es el hecho de que, de todo el cine americano, se conserva únicamente el 15% del total. Y es que, como ya hemos comentado, la labor de una filmoteca es la recuperación y conservación de archivos, ya que gran parte de la historia audiovisual se ha perdido. Según Aldazabal eran varios los motivos por los cuales han desaparecido gran parte de las obras: "El nacimiento del cine sonoro en los años 20 supuso la destrucción de muchas películas de cine mudo. Además, -declaraba- en España, durante los años 50 se prohibió la distribución de películas de nitrato de celulosa debido a la peligrosidad del material, ya que este era muy inflamable y muchas de las películas hechas con él fueron también destruidas. Y hoy en día tenemos el formato digital. Ya ni siquiera es necesaria una bobina para que el espectador pueda disfrutar de una película. En vez de eso, se almacenan en discos duros y, en breve, se proyectarán las películas en los cines vía satélite".

Los estudiantes de periodismo escuchan atentos al ex director de la Filmoteca


Para terminar, hacía un llamamiento a los asistentes: "Actualmente, la filmoteca está en la búsqueda de películas de 8 y Super 8. Por lo que cualquier grabación casera puede ser una gran pieza audiovisual. En ocasiones, una grabación casera ha servido como testimonio de personajes famosos en su época, de los que apenas se tienen fotografías o datos". Si uno decide llevar sus películas a la Filmoteca recibirá a cambio las grabaciones en DVD, por lo que ambos saldrán ganando. El colofón a este viaje de película, lo puso la exhibición de las máquinas restauradoras en marcha, que deleitó a los más cinéfilos. Nadie esperaba que las paredes de esa vetusta lonja escondieran tantos tesoros del séptimo arte. Es la magia del cine.


Fragmento de audio de la charla de Peio Aldazabal:

Fragmento de vídeo de la charla de Peio Aldazabal:





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